martes, 17 de julio de 2012

El número cuatro

No parece ser un número especial, de los que nombraríamos primero si alguien nos pregunta por números especiales, raros, esotéricos,... Pero tiene sus gracias:

Su grafía

La escritura del número cuatro en su forma indo-arábiga han variado a lo largo del tiempo, tanto en el mundo árabe como en el occidental, como se ve en la siguiente secuencia, desde la más antigua a la más moderna:
Evolución del número cuatro
Por ejemplo, en el primer documento occidental en el que se reproducen los nueve signos decimales (luego vendría el cero), que es el Codex Vigilanus o Cronica Albeldense (primera versión del año 881), que se conserva en la biblioteca del Monasterio de El Escorial, aparece, en orden inverso, como:
Números indo-arábigos en el Codex Vigilanus o Cronica Albendense


El cuatro para los chinos

Como explica de primera mano el post en Un español en Japón, los chinos, y por extensión los japoneses y coreanos, consideran el cuatro como un número de mala suerte por su parecido fonético con muerte (en ambos casos, si, con diferente tono). También en su grafía hay un salto entre la sencillez de los tres primeros números y el cuarto, como se ve en la siguiente tabla:
Números uno, dos, tres y cuatro en caracteres chinos
Por el contrario, los chinos consideran que el ocho es el número de la buena suerte, por su parecido fonético con la palabra prosperidad. Esto hace que se estén pagando grandes sumas de dinero por números de teléfono móvil o matrículas de coche que contengan uno o varios números ocho.

El cuatro en los relojes con numeración romana

Numeraciones de las esferas de reloj
Se han dado diferentes explicaciones al hecho de que en las esferas de los relojes con numeración romana (ya sean de torre, de pared, de sobremesa o de pulsera), el número cuatro se indica casi siempre como IIII en vez de como IV, que sería la forma estándar.

Las explicaciones habituales son las recopiladas en el artículo de Wikipedia sobre la numeración romana. Algunas de ellas son bastante peregrinas, otras discutibles y pocas defendibles. Cada uno puede tener su opinión subjetiva, ya que no hay documentación histórica escrita que las justifique. Puestos a opinar...

Reloj de la catedral de Wells
No es defendible decir que Luis XIV (rey de Francia y de Navarra, 1638-1715 ) prefería el IIII al IV (como ciertamente puede verse en las monedas de su reinado, donde aparece como Louis XIIII) y que por eso ordenó que se utilizara la primera forma en los relojes. La realidad es que mucho antes de la época del reinado de Luis XIV se construían relojes que utilizaban el IIII en la esfera.

Como ejemplo podemos ver la esfera interior del reloj de la catedral de Wells (Inglaterra), posiblemente de finales del siglo XIV. Posteriormente se añadió a este reloj otra esfera en el exterior del edificio, manejada por el mismo mecanismo.

Por dar una opinión (subjetiva, como todas las opiniones), podría admitir:
  • la que evita el uso de IV por ser el comienzo de IVPITER, pues ha habido y hay mucha superstición, o
  • la que indica que así se usan cuatro veces el signo I (entre el I y el IIII), cuatro veces el signo V (entre el V y el VIII) y cuatro veces el signo X (entre el IX y el XII). Esta es mi justificación preferida, dada la relación de la construcción de los relojes con la Astronomía y con las Matemáticas, y la afición a esconder símbolos en las obras de arte, incluyendo la pintura, la escultura y la arquitectura.

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