miércoles, 30 de mayo de 2012

Los números, ¿qué números?

Los números son motivo de curiosidad y fuente de curiosidades, tanto las cifras del cero al nueve como los números formados por varias cifras, incluso por un número infinito de cifras. Personalmente me encanta todo lo relacionado con los  números: su origen, sus propiedades, sus operaciones, incluso su sonido. Nadie entiende, porque no se puede explicar, que me fascine el sonido de la palabra "catorce".

Las matemáticas tienen fama de tema árido contra el que choca un gran porcentaje de alumnos durante los años en los que su enseñanza es obligatoria. Cuando se terminan los estudios o el alumno se dirige hacia temas "de letras", cree que se ha liberado de "los números". La creencia es falsa: los números nos rodean como el aire, querámoslo o no.

Sólo con comprar el pan ya estamos tratando con números, o al menos deberíamos estarlo. La realidad es que muchas personas se sienten incapaces de hacer las operaciones más simples con números y dejan que los otros las hagan por ellos. Presentan todas sus monedas al dependiente  para que éste tome la necesarias, y aceptan el cambio sin intentar comprobarlo. Si en una tienda  se anuncia un descuento del 10% en el precio marcado, tiene que ser el dependiente quien haga el cálculo para un artículo concreto, tal vez con la calculadora o el terminal de venta. Para qué hablar de otros cálculos mentales más complejos como el cambio de moneda.

A todo esto hay que añadir la falta de criterio sobre los números, como el sentido de las dimensiones y de las cantidades. Dice la expresión popular que "da igual ocho que ochenta", como se puede comprobar frecuentemente oyendo las noticias en radio y televisión. No sería extraño oir que el transatlántico Titanic tenía un peso bruto de 46 toneladas (en vez de las 46.000 toneladas reales), sin que nadie se diera cuenta de que aquel peso es aproximadamente el uno de los miles de grandes camiones que circulan diariamente por nuestras carreteras.

Cuando jubilamos un vehículo despues de recorrer 120.000 km, alguien podría decirnos que esto equivale a tres vueltas a la Tierra por el Ecuador, recordando que en la escuela aprendió la antigua definición del metro: "la diezmillonésima parte del cuadrante de meridiano terrestre". O sea, el cuadrante equivale a diez millones de metros o diez mil kilómetros, por lo tanto el meridiano y cualquier circunferencia que divida en dos la esfera (aproximada) de la Tierra mide 40.000 km.

Pero, ¿de qué números estamos hablando? Pues de números tan sencillos y habituales como 4, 7, 9 ó 12, y de números tan conocidos como pi. Sin olvidar mi número favorito: el 142857. De su importancia da idea el número de veces que aparecen en el buscador Google (abril de 2012):

  • Cuatro    283 millones de veces
  • Siete       179 millones de veces
  • Nueve       75 millones de veces
  • Doce       117 millones de veces
  • Pi            787 millones de veces
  • 142857              125.000 veces

De todos estos hablaremos en futuros posts.

martes, 29 de mayo de 2012

Fibonacci (con perdón)


La inmensa mayoría de los números que vemos y manejamos a diario tienen una cosa en común: llevan con nosotros unos ochocientos años. La introducción de los números indo-arábigos en la sociedad europea tuvo lugar a principios del siglo XIII, gracias al empeño de un matemático clarividente: Fibonacci (c. 1170 - 1250, más de tres millones de resultados en Google), cuyo nombre real era Leonardo de Pisa (o Leonardo Pisano, que a esas alturas no eran muy estrictos con los apellidos).

El nombre Fibonacci significa "hijo de Bonacci", pues Bonacci (simple o bien intencionado) era el apodo del padre de Leonardo, importante comerciante en Bugia (próspero puerto de Argelia, ahora conocida como Béjaïa). No deja de ser curioso el apodo Bonacci aplicado a un comerciante.

De nuevo se combina una coincidencia espacio-temporal y la inteligencia y dedicación de una persona. La coincidencia es que su padre fuera comerciante en tierras musulmanas, donde Leonardo aprendió el uso de la numeración indo-arábiga y sus ventajas sobre la numeración romana, utilizada entonces en Europa. Desde luego, no fue el primer contacto europeo con la numeración y la matemática árabe, cuyos ejércitos habían conquistado desde la Península Ibérica hasta la India cinco siglos antes.

Pero la inteligencia y dedicación de Fibonacci a la difusión del nuevo sistema de numeración no debió de ser menor. Las operaciones necesarias para la vida diaria, el comercio, los impuestos, etc. se realizaban, mediante ábacos romanos y tablas de cálculo, por especialistas englobados en los gremios de calculistas. En resumen, saber calcular era tan raro como saber leer y escribir, por no hablar de la utilización de la numeración romana en la matemática teórica.

No pensemos que, como en otras muchas ocasiones, el anuncio de una forma más sencilla y potente de expresar las cantidades y de hacer las operaciones aritméticas fue aceptado rápidamente por los distintos estamentos implicados. El uso de los números romanos cardinales se siguió utilizando durante siglos, como en la "Descripción y Cosmografía de España (o Itinerario)" de Hernando Colón., iniciada en 1517.

La aportación de Fibonacci no se limitó a la acción puntual de importar el sistema de numeración indo-arábiga, que deberíamos llamar numeración india pues los árabes la copiaron de los indios, sino que viajó por diversas ciudades del mundo musulmán aprendiendo de los mejores maestros y de los mejores textos sobre la aritmética y el álgebra, y desarrollando estos conocimientos. Escribió varios libros, empezando por el Liber Abaci (Libro de los Cálculos, 1202). Durante años fue una especie de matemático de corte con el emperador Federico II Hohenstaufen, apodado «stupor mundi» (asombro o faro del mundo), pero esto ya es otra historia.

La sucesión de Fibonacci

En algún momento de nuestra vida, todos hemos estudiado la sucesión de Fibonacci y la mayoría la hemos olvidado. Para refrescar la memoria se trata de una sucesión de números naturales que empieza con 1 y 1, y a partir de ahí cada elemento es la suma de los dos anteriores. El resultado es la secuencia:

1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, ...

Es curioso el problema que da origen a la sucesión, que en palabras de Fibonacci es: "Cierto hombre tenía una pareja de conejos juntos en un lugar cerrado y uno desea saber cuántos son creados a partir de este par en un año cuando es su naturaleza parir otro par en un simple mes, y en el segundo mes los nacidos parir también"

Las propiedades de esta sucesión han sido estudiados por grandes matemáticos en la Historia. Entre otras muchas, a mí me parece curiosa la siguiente: dividiendo cada elemento de la sucesión por el número anterior, el resultado tiende rápidamente a 1,618033988..., que es el número áureo. Pero esto también es otra historia.

A la luz de una bujía

 La ciudad de Bujía (o Bugia, pues de nuevo los nombres cambian y se adaptan, a veces caprichosamente) era en estas épocas uno de los puertos más florecientes del Mediterráneo y, junto a Toledo y Sevilla, el mayor centro intelectual del mundo árabe.Su población estaba formada por decenas de miles de personas procedentes de Europa, de Asia, del oriente y occidente del norte de África, aparte de sus pobladores originales, bereberes de los alrededores. Por esto no es extraña la presencia de comerciantes de diversos orígenes, entre ellos de las repúblicas de la península itálica.

Entre las vicisitudes de la historia de Bujía está la conquista en 1510 por las tropas de Carlos I de España (mal llamado V "de Alemania"), junto con otros lugares, como Argel y Trípoli. La posesión duró poco; en 1554 fue conquistada por el imperio otomano.

Bujía era también famosa por la fabricación de velas de cera de abeja para iluminación, no para los barcos. De aquí la nueva palabra bujía (bougie en francés) para estos productos y, posteriormente, como medida de la iluminación producida por una fuente luminosa.

Una referencia muy completa (en inglés)

La utilidad de Wikipedia en sus distintos idiomas es importante, aunque hay que tomarse la molestia de explorar su contenido no siempre bien estructurado y de consultar en más de un idioma. Por ejemplo, en este caso he buscado algunas entradas en español (lo que mejor conozco), italiano (el idioma actual de los habitantes de Pisa), francés (oficial en Argelia durante su colonización francesa) y, por supuesto, inglés (como referente actual en la publicación científica).

Este método es complementario del que podríamos llamar "de la buena suerte", que nos presenta un trabajo especialmente valioso. En este caso es la página web Fibonacci (c.1175 - c.1240) mathematician, que reproduce el completo artículo:
A. F. Horadam, "Eight hundred years young," The Australian Mathematics Teacher 31 (1975) 123-134.
El artículo está dividido en secciones que tratan del Hombre, del Matemático y de la Importancia de Fibonacci. Os lo recomiendo.

lunes, 14 de mayo de 2012

Padilla de Hita (o de Jadraque)

El pueblo

El nombre de este blog hace referencia a este pequeño pueblo de la provincia de Guadalajara (España),  conocido como Padilla de Jadraque hasta los cambios en los censos de 1857 y 1877, dado que pertenecía a las Tierras de Jadraque y no al Señorío de Hita (véase "Variaciones de los municipios de España desde 1842", Ministerio de Administraciones Públicas, 2008, NIPO: 326-08-017-8, a partir de datos del Instituto Nacional deEstadística). También hay una pequeña curiosidad sobre él.

En el último censo del Instituto Macional de Estadística (INE), en Padilla de Hita hay 23 habitantes censados (17 varones y 6 mujeres). En realidad la población real es bastante menor y muy diferente según sea verano, invierno, fines de semana,... dado que vuelven temporalmente muchas personas nacidas en el pueblo.

Según el INE, la población de derecho desde el censo de 1842 hasta 1960 se ha mantenido entre 150 y 200 personas . En el censo de 1970 aparecen únicamente 44 habitantes, y el 14/3/1974 el municipio desaparece al integrarse en el de Hita.

Paseando por las calles puede verse que, aparte de su iglesia románica asentada en un montículo de légamo, no hay restos de edificios más allá de los límites actuales, a excepción de la llamada "Casa del Conde", en referencia al Conde de Romanones propietario tradicional de tierras en el término municipal. Es decir, el pueblo es (y ha sido) lo que se ve.

Sin embargo,...

Durante la segunda mitad del siglo XVI y primera del siglo XVII los Países Bajos eran la principal fuente de cartografía en el mundo. Pues bien, en el siglo XVII Padilla de Hita aparecía en los mapas de España publicados en Amsterdam, como el conocido por los geógrafos como "Typus Hispaniae" de 1631. Mapas en los que faltaban poblaciones mucho más importantes, como Brihuega, Cogolludo, Rivas-Vaciamadrid o Tres Cantos ;)

Igual que en éste, Padilla de Hita aparecía en otros mapas de la época, incluyendo el situado en una pequeña mesa circular del Rijksmuseum de Amsterdam. Supongo que en aquella época era frecuente que los autores de los mapas se copiaran unos a otros, ya que no había fuentes de referencia anteriores, ni gráfica ni demográfica. Recordemos que el intento de catalogar todos los pueblos de los reinos del emperador Carlos I, encomendado a Hernando (o Fernando) Colón, hijo de Cristóbal Colón, fue abortado después de seis años de trabajo para no facilitar datos estratégicos de utilidad para los posibles enemigos.


Para complicar la vida del curioso existen versiones idénticas del mismo mapa con fechas distintas o sin fecha.En el citado mapa no aparecen caminos, carreteras o cañadas, pero se intuyen cuando se representan varias poblaciones siguiendo una línea. Así ocurre en la secuencia que incluye entre otros Madrid, Alcorcón, Móstoles, Maqueda, Talavera de la Reina, Puente del Arzobispo, Guadalupe, Trujillo, Medellín, Villanueva de la Serena, Mérida y Badajoz.


De la misma forma aparece una secuencia de poblaciones que, desde Alcalá de Henares, incluye Guadalajara, Tórtola, Hita, Padilla, Miralrío, Bujalaro (ignorando a Jadraque), Sigüenza, Medinaceli, Alhama, Calatayud, La Almunia y Zaragoza. Lo que confirma que la "carretera de Francia", últimamente conocida también como la "carretera de Soria", seguía este recorrido cercano a los valles de los ríos Henares y Jalón, hasta la construcción de la actual "carretera general" que desde Guadalajara sube por el valle de Torija y pasa por Trijueque, Torremocha, Alcolea del Pinar y Medinaceli.

Antonio Herrera Casado

La historia y la utilidad de esta "carretera de Francia" y el paso del río Henares a la altura del pueblo de Heras de Ayuso en siglos anteriores puede consultarse en el detallado artículo de Herrera Casado "Heras de Ayuso, en el camino de Navarra y Aragon". Del mismo autor (fundador de la editorial AACHE, especializada en temas de Guadalajara) puede verse una preciosa fotografía de la iglesia de Padilla de Hita de su colección de imágenes "Arte Románico en Guadalajara".

martes, 8 de mayo de 2012

A modo de presentación


Uno de los grandes motores de la evolución de la humanidad es la curiosidad. Tal vez no se encuentre en el mismo nivel que otros motores, como el instinto de supervivencia, el instinto maternal, la capacidad de comunicación, el heroismo, la solidaridad y tantos otros, incluyendo los que podríamos considerar negativos, como la pereza, la envidia, incluso la avaricia.

Según el diccionario de la Rea Academia Española:

curiosidad.
(Del lat. curiosĭtas, -ātis).

1. f. Deseo de saber o averiguar alguien lo que no le concierne.
2. f. Vicio que lleva a alguien a inquirir lo que no debiera importarle.
3. f. Aseo, limpieza.
4. f. Cuidado de hacer algo con primor.
5. f. Cosa curiosa o primorosa.

Una curiosidad sobre la palabra curiosidad es su traducción a distintos idiomas:

Albanés:   kuriozitet
Alemán:    neugier
Catalán:   curiositat
Checo:     zvědavost
Croata:    znatiželja
Danés:     nysgerrighed
Eslovaco:  zvedavosť
Esloveno:  radovednost
Estonio:   uudishimu
Holandés:  nieuwsgierigheid
Finlandés: uteliaisuus
Francés:   curiosité
Galés:     chwilfrydedd
Gallego:   curiosidade
Húngaro:   kíváncsiság
Inglés:    curiosity
Irlandés:  fiosracht
Islandés:  forvitni
Italiano:  curiosità
Letonio:   ziņkārība
Lituano:   smalsumas
Maltés:    kurżità
Noruego:   nysgjerrighet
Polaco:    ciekawość
Portugués: curiosidade
Rumano:    curiozitate
Sueco:     nyfikenhet
Turco:     merak
Vascuence: jakinmin

Resumiendo. La traducción en albanés, catalán, español, francés, gallego, inglés, italiano, maltés, portugués y rumano comparten la misma raíz latina de esta palabra. Posiblemente, aunque no lo he comprobado, estas traducciones comparten las mismas acepciones que en español.

De cómo las raíces latinas aparecen en el inglés, para alivio de los que hablamos un idioma derivado del latín, hablaremos en otro post más adelante.

En este blog pretendo practicar en distinta medida las cinco acepciones de la palabra, ampliando su ámbito si es necesario, o usándolo en su sentido más genérico. Es decir, la curiosidad será algo continuamente presente a la que, como a un esqueleto, complementaré con otros elementos cuando sea conveniente: músculos, órganos, piel, pelo,...

Cuando se tocan tantos palos, que nadie espere pinceladas primorosas (curiosas) ni sesudos ensayos; confórmese el lector con un breve rato de distracción o conocimiento, que tal vez se desvanecerá con rapidez.

En muchas ocasiones tendré que limitarme a plantear dudas o preguntas, con la esperanza de que alguien me ayude a resolverlas. La Internet puede ser de gran ayuda, tanto como gran almacén de datos, información y conocimiento, así como herramienta de búsqueda y comunicación. Pero el hecho de que toda la información esté ahí no nos asegura que, individual o colectivamente, seamos capaces de encontrarla cuando la necesitamos.

Mi intención es no repetir lo que ya está escrito y publicado en otro sitio. El trabajo y el mérito es de otro, por lo que, mientras no me digan lo contrario, intentaré incluir los enlaces a las páginas de interés. De esta forma el lector interesado puede ampliar la información en otro sitio.

Si alguien considera que el tiempo de lectura ha merecido la pena, yo me daré por satisfecho. Si, además, quiere aportar sus comentarios se lo agradeceré.